Jugando al escondite
Desarrollamos la acción estratégica, la rapidez mental y el autocontrol
Jugar al escondite o a las escondidillas es bastante sencillo, lo único que necesitamos es un entorno que permita a los niños esconderse. Forma parte de las actividades de estimulación temprana del área socioafectiva, de niños de 4 a 5 años. Y por muy sencillo que parezca, representa una gran oportunidad para desarrollar el pensamiento estratégico.
Mientras jugamos al escondite, podemos observar que niño es más hábil para esconderse; cual se aguanta el miedo a la oscuridad con tal de que no lo encuentren, cual se pone mas nervioso y se delata a sí mismo cuando se le está buscando.
Personalmente, me parece una actividad que me permite conocer más acerca de la personalidad de mis hijos, así como desarrollar habilidades importantes mientras nos divertimos mucho.
Para quien no sepa como se juega al escondite, aquí van las instrucciones:
- Designaremos por sorteo entre los niños, quien busca y quién se esconde.
- Ubicaremos una base común a la cual los jugadores podrán llegar y estar a salvo para jugar el siguiente turno y volverse a esconder. Recordemos que a quien no llegue a la base, le toca buscar en el siguiente turno.
- Quien busca deberá contar hasta 20 con los ojos cerrados apoyándose en la base. Cuando haya terminado de contar avisará en voz alta que está listo para buscar.
- Cuando encuentre a alguien deberá decir te encontré y el lugar en donde lo ha encontrado por ejemplo. "Te encontré Miguel debajo de la mesa". Este debe correr hacia la base para tocarla y si Miguel no llega antes, le tocará contar la siguiente vez. Así continua el juego hasta encontrar a todos los jugadores.
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